martes, 6 de abril de 2010

Entrevista de Julio Scherer al Mayo Zambada levanta ámpula en los medios


La entrevista en Proceso que Julio Scherer hace al narcotraficante Ismael El Mayo Zambada, ha causado revuelo en los medios de comunicación.
Hay opiniones para todos los gustos:

Al publicar en la portada una foto de Zambada con el periodista, podría ocurrir que la PGR citara a Scherer para demandarle información que las policías federales ni el Ejército han conseguido. De ese intento el periodista puede resguardarse por el secreto profesional. Pero dado que la PGR ejerce funciones políticas sectarias (además de las del Ministerio Público, definidas como de buena fe), alguna conciencia torcida podría ordenar una averiguación previa por apología del delito. No es extravagante suponerlo. Proceso es poco grata al gobierno. Eso no importaría pues el periodismo no se ejerce para ganar simpatías. El hecho es significante porque el gobierno federal ha retirado al semanario toda publicidad oficial a diferencia de su trato a otras revistas. Su dimensión se abulta por un ánimo ostensible de vincular a Proceso con el narcotráfico. (Miguel Ángel Granados Chapa en Plaza Pública de Reforma)

· La función de un periodista es obtener y difundir información. No encuentro por eso nada objetable en el hecho de que Julio Scherer de Proceso haya entrevistado a Ismael El Mayo Zambada. Yo lo hubiera hecho también. Si en el siglo XIX hubiera tenido que elegir entre entrevistar a Benito Juárez o a Antonio López de Santa Anna, habría seleccionado sin duda a este último. Los villanos son siempre más interesantes. (Sergio Sarmiento en Jaque Mate de Reforma)

· De la entrevista de Scherer a Ismael El Mayo Zambada, importan dos cosas: el mensaje de fondo que encierra y lo que debió contar off the record el peligroso capo al periodista. El mensaje es claro y contundente y se aprecia no sólo en el hecho sino en la foto de portada que acompañó a la entrevista: la guerra contra el narco está perdida y la “inteligencia” federal queda exhibida y ridiculizada cuando uno de los narcos supuestamente “más buscados” puede utilizar publirrelacionistas para contactar, trasladar y conceder una entrevista a un periodista sin que ninguna de las “áreas de inteligencia” oficial se enteren. De lo que escuchó fuera de grabación sólo Scherer sabe, pero es obvio que un acto de provocación y desafío, que puede ser tan costoso para El Mayo Zambada, no era sólo para soltar algunas respuestas escuetas y monosilábicas y algunos elogios al periodista como los que el entrevistador refiere. (Salvador García Soto en Serpientes y Escaleras de El Universal)

· Controvertida para unos, elogiada por otros, fue la entrevista Scherer sostuvo con El Mayo Zambada. Una entrevista que sólo pudo realizarse en México, donde un periodista da con uno de los narcos más buscados por el gobierno. Vía el fundador de Proceso, le hace saber al Presidente que sus colaboradores encargados de esta guerra lo engañan, que le dan datos que no son ciertos. (Katia D´ Artigues en Campos Elíseos de El Universal)

· Impactante, y valioso como testimonio periodístico, el encuentro-entrevista de Scherer, por mucho, el periodista mexicano más importante, respetado y reconocido de los últimos 40 años. “Si me fusilan, nada cambia… El narco está en la sociedad, arraigado como la corrupción… Inventaron que yo planeaba matar al Presidente”, dice Zambada. Por cierto: Héctor Aguilar Camín crucificó a don Julio por su trabajo eminentemente periodístico. Obvio: fue Scherer quien ventiló, en su estupendo libro La terca memoria, cómo Aguilar Camín se benefició financieramente por su relación con Carlos Salinas de Gortari. La herida no cierra. (Martín Moreno en Archivos del poder de Excélsior)

· Si alguien conservaba alguna duda de que el narco sabe usar a la prensa y hay prensa que se deja usar por el narco, no tiene más que acudir al encuentro que Julio Scherer aceptó tener con Ismael El Mayo Zambada, capo número dos del cártel de Sinaloa, uno de los más buscados y temidos de México. ¿A cuántos periodistas habrán mandado matar El Mayo Zambada y El Chapo Guzmán? ¿A cuántos tendrán sentenciados, amenazados o en la mira? ¿A cuántos habrán silenciado o comprado? Supongo que Scherer no hace sino repetir una vieja historia de periodistas en países donde el crimen organizado se vuelve centro de las noticias. El Mayo Zambada escogió a un santón de la prensa mexicana, y el santón fue a su guarida, “un lugar no revelado”, derramando adrenalina, valentía, entereza periodística. Qué pena. (Héctor Aguilar Camín en Día con día de Milenio)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gusto tu articulo,, me gusta leer sobre narcos poderosos,, muy padre, solo me quedo con eso de que camin siempre ha de ver querido la entrevista que el maestro Scherer,gracias